En las conglomeradas calles de la Ciudad de México, un ser peculiar despierta la curiosidad y el asombro de los citadinos. Se trata de una estatua humana, un artista que ha llevado su pasión por el arte callejero heredado de su padre a sorprender a las personas que caminan por la ciudad. Cubierto con pintura metálica, este artista ambulante se queda inmóvil durante horas, cautivando a los espectadores con su capacidad para transformarse en una estatua humana.
Este ser errante, se ha embarcado en un viaje sin rumbo fijo a través de los encantadores paisajes y las coloridas ciudades de México. Con una mochila llena de sueños y tres amigos este hombre recorre distintas ciudades de México, desde las pintorescas calles de Guanajuato hasta los lugares más lejanos como Tijuana, cada encuentro ha enriquecido su experiencia como artista ambulante y le ha recordado la belleza y fragilidad de la vida humana.
Sin embargo, en medio de la sorprendente belleza de su recorrido, la muerte ha jugado una carta inesperada y devastadora. La estatua errante ha sido testigo de la partida prematura de jóvenes talentosos que, en momentos desfavorables, han sido arrebatados por el destino. En el corazón de una tierra llena de vida y celebración, también hay espacio para el dolor y la tragedia.
Si muero joven, no quiero flores, es una cautivadora obra que toca nuestros corazones y nos habla acerca de la fragilidad de la vida, escrita y protagonizada por Omar Amador y dirigida por Cecilia Ramírez.
Esperamos que nos acompañes en esta historia los martes a las 20:30 h hasta el 29 de agosto 🙂
por Jorge Zúñiga