¿Qué tan normalizada tenemos la violencia?

Necesitamos hablar de violencia. Desde nuestra trinchera: el teatro, también es necesario. Como ustedes saben, estaremos presentando próximamente PÚLSAR en Foro Shakespeare y estar en el proceso de este re-montaje nos ha llevado cada vez más a cuestionarnos hasta las pequeñas cosas y situaciones que nos van rodeando a lo largo del día. La pregunta de qué tan normalizados están ciertos tratos o incluso palabras al momento de relacionarnos; o si alguna vez hemos sido violentxs o violentadxs y qué hemos tenido al respecto, no se van. 

Nos gustaría ser más conscientes del contexto que nos rodea y estar alertas de las situaciones en las que nos vemos comprometidxs.

La violencia ha estado ahí desde antes del surgimiento de civilizaciones, vista por lxs humanxs como una herramienta para la sobrevivencia. Interactuamos con esta desde la niñez cuando lxs adultxs nos enseñan lecciones como: “Si alguien te quiere lastimar, defiéndete” o “si te molesta es porque le gustas”, así convertimos los actos violentos en una paradoja donde ni los cuestionamos o identificamos y, por otro lado, buscamos significado o justificación a cualquier acto violento que realizamos para proteger lo que es nuestro o arrebatárselo a terceros porque creemos merecerlo. 

Nos acostumbramos como sociedad a que la violencia existe lejos de nosotrxs, los líderes, los medios e incluso los mismos civiles lo justifican o lo silencian porque es mejor considerarlo un caso aislado que hacer un ejercicio de observación a la sociedad, sus patrones de comportamiento, los mensajes anticuados pasados de generación en generación pero ahora las personas violentadas han alzado la voz dándole así reconocimiento a las diferentes clases de violencia, definiéndolas desde microviolencias que pasan desapercibidas hasta los casos donde hay repercusiones físicas o psicológicas severas. La violencia interpersonal se entiende, según la OMS, como el uso deliberado de la fuerza o poder contra otra persona que causa o tiene la posibilidad de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones. 

Antes de adentrarse en las más crudas expresiones de violencia, la microviolencia es un acto que se pierde entre las interacciones sociales más comunes debido a la falta de consecuencias graves, estos actos no dejan moretones o heridas visibles y no es tampoco algo que las víctimas se engañen para no verlo, hay ocasiones incluso en que solo entendemos la violencia como las disputas físicas. De ahí surge un comentario sobre las diferentes formas de violencia y cómo todas necesitan la misma atención ante la lupa social pues la violencia psicológica presenta mayor prevalencia seguida de la sexual, después la física y, por último, la económica, patrimonial y/o discriminación. 

La Dra. Martha Alicia Tronco Rosas, directora de la unidad politécnica de gestión con perspectiva de género del IPN (Instituto Politécnico Nacional) de la CDMX. creó una herramienta que puede auxiliarnos a identificar, reflexionar y reconocer diferentes tipos de violencia puede ser el Violentómetro, el cual permite estar alerta o capacitadx para detectar y atender este tipo de prácticas en diferentes ámbitos como institucionales, amistosos y familiares.

Una herramienta de este tipo es muy útil en la sociedad mexicana donde la violencia de género, los actos dañinos dirigidos contra una persona o un grupo de personas en razón de su género, tiene porcentajes tan preocupantes como los siguientes: violencia psicológica (51.6%); sexual (49.7%); física (34.7%); económica, patrimonial o discriminación (27.4%). 

En ese sentido, nos cuestionamos qué es lo que está en nuestras manos y qué podemos hacer al respecto; cómo nos estamos sintiendo y relacionando con la otra persona; saber escuchar y poner atención a otras que podrían estar pasando una situación complicada. Lamentablemente no tenemos la respuesta ni la solución para erradicar nada… Sin embargo, tenemos un cachito de historia y reflexión que nos gustaría compartir con ustedes en PÚLSAR: una historia que plasma problemas muy profundos de la sociedad como la falta de cuidado en el desarrollo de las relaciones personales construidas en los parámetros del sistema patriarcal y machista y el abandono que viven lxs adolescentes.

Fuentes

INEGI, “Violencia contra las mujeres en México”, INEGI, https://www.inegi.org.mx/tablerosestadisticos/vcmm/ 

Martínez, Angela, “¿Qué es el violentómetro y para qué sirve?” (2021) Instituto Sivana, https://institutosivana.org/que-es-el-violentometro-y-para-que-sirve/#:~:text=%C2%BFQu%C3%A9%20es%20el%20violent%C3%B3metro%20y,Polit%C3%A9cnico%20Nacional)

Organización Mundial de la Salud, Informe mundial sobre la violencia y la salud, Ginebra, p. 3

Sánchez Manzanares, C. (dir.); Azorín Fernández, D.; Santamaría Pérez, I. “microviolencia” (2016): NEOMA. Diccionario de neologismos del español actual. Murcia: Editum, https://www.um.es/neologismos/index.php/v/neologismo/1524/microviolencia#:~:text=Acto%20de%20violencia%20que%20pasa,respecto%20de%20quien%20lo%20comete

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